En el curso de Tutorización de cursos
online del CRIF Las Acacias se nos ha pedido, en una de sus tareas, que
reflexionemos sobre la evaluación en eLearning. Para ello, lo primero que
necesito, es indicar que significa “eLearning”:
“Integración de las tecnologías de la información y las
comunicaciones en el ámbito educativo con el objeto de desarrollar cursos y
otras actividades educativas sin que todos los participantes tengan que estar
simultáneamente en el mismo lugar.”
(Universidad Politécnica de Madrid)
La evaluación, es un proceso fundamental dentro
del proceso de enseñanza-aprendizaje. Necesitamos saber si los conceptos que
son enseñados, también son adquiridos por los alumnos, y esto podemos
comprobarlo a través de diferentes técnicas e instrumentos:
·
Análisis de la producción de los alumnos
·
Intercambios orales/escritos con los alumnos.
·
Pruebas específicas
·
Cuestionarios.
·
Análisis de las actividades referidas a la consecución de
objetivos
·
Observación de puesta en práctica de los objetivos y su
consecución.
Para hablar sobre la evaluación de e-learning,
voy a intentar seguir la rutina de pensamiento Conectar, extender,
desafiar.
Si queréis aprender algo más del tema, podéis
consultar en este enlace:
Las preguntas a las que voy a intentar contestar
son las siguientes:
·
¿Cómo conectas las ideas que tienes hoy con las que tenías antes
de iniciar el curso con respecto a la evaluación en el aula virtual?
·
¿Qué nuevas ideas has extendido o han impulsado tu pensamiento en
nuevas direcciones?
·
¿Qué supone un desafío para ti como posible tutor en el aula
virtual?
CONTECTANDO IDEAS NUEVAS CON LAS ANTIGUAS SOBRE LA EVALUACIÓN EN EL AULA VIRTUAL
Antes de comenzar el curso, nunca me había planteado como se realizaría
la valoración y evaluación de las actividades que se hacen en los
cursos en línea. Simplemente me limitaba a seguir las instrucciones que
indicaba la actividad e intentaba hacerla lo más ajustada posible a los
requisitos establecidos.
La idea
que tenía acerca del trabajo que realizan los tutores era que, tenían que
revisar las respuestas que los alumnos les enviaban, por cada una de las tareas
que les eran encomendados, indicando finalmente si la actividad estaba superada
o había que revisarla.
Pero tras realizar la fase primera
del curso, he descubierto que su labor va mucho más allá:
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CALIFICACIÓN POR ESCALA
En el aula, con mis alumnos, el 99%
de las veces suelo emplear la escala para evaluarlos, (del 0 al 10). Usar la
escala es lo más cómodo, (creo que para todos), ya que, tanto profesores como
alumnos sabemos la correspondencia que existe entre cada número y la
calificación obtenida.
Lo que me ha aportado el método de
evaluación y calificación que se realiza en los cursos en línea, es que, cuando
uno falla en su respuesta, no obtiene una mala calificación, sino que, se le da
una nueva oportunidad para que reflexione sobre lo indicado y rectifique. El objetivo final es conseguir pasar la
actividad, no importa el número de intentos.
También es cierto que, aunque si se
obtuviera una nota por las actividades realizadas, ésta no iría a ningún sitio,
a mí, en particular, si me gustaría saber qué valoración numérica se le daría a
un trabajo “superado”, porque entre esta categoría y el “excelente”, puede
haber grandes diferencias.
CALIFICACIÓN POR RÚBRICA
Hay alguna ocasión en la que he
utilizado la calificación por rúbrica con mis alumnos, sobre todo cuando les
corrijo expresiones escritas. Preparar una rúbrica necesita de mucho tiempo, y
utilizar muchos criterios a la hora de confeccionarla, lo que hace que sea una
tarea compleja de elaboración. Éste es uno de los principales motivos por los
que no
la utilizo tanto como me gustaría.
En el curso si se utiliza mucho la
rúbrica para evaluar y calificar, y éstas me han ayudado, a saber, exactamente,
qué es lo que se pedía en las actividades, (aunque a veces, a pesar de estar
muy claro, ni por esas he sido capaz de realizar la actividad correctamente), y
también a saber de antemano cuál podría ser mi calificación final.
Buscando por internet, he encontrado
esta página donde te enseñan cómo hacer rúbricas. Yo la voy a empezar a
utilizar;) :
En este vídeo podemos aprender la
funcionalidad de Google Forms, con la que se pueden elaborar rúbricas para
utilizarlas en el aula, para evaluar y hacer un seguimiento del trabajo de
nuestros alumnos.
LA RETROALIMENTACIÓN
Una parte fundamental de la
evaluación de alumnos en el día, debería ser la retroalimentación.
Cuando haces un control a un alumno,
a veces, por falta de tiempo, te limitas a entregarle el examen corregido para
que pueda ver donde ha fallado, (a veces incluso sólo le dices la nota). Otras
veces, si dispones de algo más de tiempo, corriges en pizarra el examen, para
que puedan ver donde ha podido estar el fallo. Pero raramente coges a alumno
por alumno, para repasar con él todas las respuestas, una a una, para ver donde
ha contestado bien, y donde ha cometido los errores y saber el por qué.
En el curso hay retroalimentación para
cada una de tus entregas, tanto si la respuesta es adecuada como si no.
Aportaciones concisas sobre aciertos y errores, que ayudan al alumno a que
mejore una respuesta buena, y a que llegue a la respuesta correcta cuando la
actividad es no superada.
Parece que sólo hay que dar feedback
al alumno cuando comete errores, para que sea consciente de ellos y rectifique
para la próxima vez, pero he aprendido que es muy importante valorar/alabar al
alumno que ha dado respuestas correctas, e incluso hacerle apuntes de cómo
podrían haber estado aún más completas. Es un aspecto de mejorar en mi forma de
evaluar.
Imagen obtenida de la página web: https://blog.commlabindia.com |
EXTENDIENDO IDEAS EN NUEVAS
DIRECCIONES
Creo que a todos los que nos
dedicamos al ramo de la enseñanza, nos gusta estar formándonos constantemente,
y por tal motivo, intentamos aprender algo nuevo cada día, ya sea de los
alumnos o de los compañeros.
En este caso, después de terminar con
el bloque 1 de este curso, dedicado a la evaluación, he aprendido que,
independientemente de que el los alumnos sean adultos o niños, podemos evaluar
su trabajo de diferentes modos, y no sólo utilizando la escala numérica.
De hecho, creo que lo más importante que he aprendido es que una
nota numérica no es lo más importante en la evaluación. Lo que realmente
debería motivar nuestro trabajo sería que el alumno, al final, se vaya a casa
con la sensación de haber aprendido algo, y eso solo se consigue si el alumno
termina entendiendo. Si no hay comprensión no hay aprendizaje. Por tanto, el
hacer un feedback personalizado de los exámenes y tareas que se les propone a
los alumnos, es algo a poner en práctica a partir de ahora en mi aula.
Logotipo de Google obtenido en Pixabay | : https://pixabay.com/es/ |
También, la utilización de un blog u
otra plataforma, tipo Google Classroom, donde colgar diferentes tipos de
recursos, (pdfs, vídeos, materiales de creación propia), así como donde dejar
tareas a los alumnos, para que una vez resueltas, reciban una retroalimentación,
me parecen una idea muy buena.
Otra posibilidad a llevar a cabo sería
que los propios alumnos pudieran hacer también entradas en un blog, dando su
opinión acerca de las tareas a realizar: si les han parecido fáciles o
difíciles, si todo ha quedado claro, de que manera se podría entender mejor…, o
que se prepararan una parte del temario, para luego ejercer de “profesor”, y
comprobar si realmente han comprendido lo estudiado, además de probar si son
capaces de hacérselo entender al resto de compañeros.
Hay que renovar las formas de
evaluar, intentando centrarnos en que haya comprensión y entendimiento en lugar
de una valoración numérica que puede ser irreal.
CONCLUSIÓN: LOS DESAFÍOS PARA EL FUTURO
COMO TUTORA DE e-LEARNING
Los desafíos que se me presentarían,
como tutora de un curso on-line serían varios:
- Primeramente, ser capaz de dar respuesta a todos los alumnos de forma concisa, rápida y práctica. Muchas veces la solución está en respuestas concretas y cortas, y el querer dar demasiada información puede hacer que, en lugar de ayudar al alumno, lo que haga sea liarlo más.
- Por otro lado, mi forma de ser, (soy extremadamente tímida), es un hándicap a la hora de relacionarme tanto en persona como virtualmente. No suelo participar en los foros por vergüenza, (ni para dar una opinión ni para preguntar dudas). Mis intervenciones son las mínimas imprescindibles, y mis dudas se resuelven leyendo las respuestas que han recibido los demás a las suyas. Este sería un tema en el que tendría que trabajar mucho para poder superarlo, aunque imagino que no es lo mismo estar en la posición de alumno que de tutor. Como tutor, no me quedaría más remedio que hacerlo, y así haría.
- Creo que el uso de rúbricas es un gran acierto, y a partir de ahora intentaré usarlas más, ya que, su utilización a quien más ayuda es al estudiante, al que le deja muy claro en que se tiene que centrar para conseguir el objetivo final de la actividad.
- Además, seguiré utilizando, (he empezado hace poco), la plataforma Google for Education, la cual me da opciones para que los alumnos obtengan feedback de sus actividades, a través de diferentes opciones. Así mismo, también permite que les mandes tareas on-line, dando todas las explicaciones necesarias para su desarrollo, así como que insertes documentos de apoyo, (vídeos, enlaces, imágenes…), tanto de ayuda durante el desarrollo de la actividad, como al final, para que puedan hacer una autoevaluación.
- Por último, y no menos importante, el tema del tiempo. Si hacer un curso en línea como alumno te quita tiempo, no quiero ni pensar cuanto tiempo es necesario utilizar cuando eres el tutor, ¡y tienes que revisar y dar retroalimentación a todas las tareas de todos los alumnos! Este si que sería un asunto complicado en mi caso, ya que, tener que compaginar el trabajo fuera de casa, con el trabajo de casa y la familia… ¡No se como lo hacen los tutores que ya ejercen como tal!
A continuación, incluyo las
referencias que he sacado de la plataforma del curso:
- Area, M., & Adell, J. (2009). E-learning: enseñar y aprender en espacios virtuales. J. De Pablos.
- Barberá, E. (2016). Aportaciones de la tecnología a la e-Evaluación. Revista de Educación a Distancia, (50).
- Dorrego, E. (2016). Educación a distancia y evaluación del aprendizaje. Revista de Educación a Distancia, (50).
- Farfán, L. J. R. (2007). Concepciones de evaluación y de evaluación docente. Cuadernos de Lingüística Hispánica, (10), 137-148.
- Gómez, M. A., Calabuig, M. G. P., & Orueta, G. D. (2016). La evaluación como instrumento de formación para el aprendizaje a través de los laboratorios remotos. REDU. Revista de Docencia Universitaria, 14(1), 377-406.
- Marcelo García, C., & Yot Domínguez, C. R. (2013). Tareas y competencias del Tutor online. Profesorado. Revista del curriculum y formación del profesorado, 17 (2), 305-325.
- Del Moral Pérez, M. E., & Villalustre Martínez, L (2013). e-Evaluación en entornos virtuales: herramientas y estrategias. Universitat de les Illes Balears, 14-15.
- Onrubia, J. (2016). Aprender y enseñar en entornos virtuales: actividad conjunta, ayuda pedagógica y construcción del conocimiento. Revista de Educación a Distancia, (50).
- Pagano, C. M. (2007). Los tutores en la educación a distancia. Un aporte teórico. RUSC. Universities and Knowledge Society Journal, 4(2), 4.
- Zapata, M. (2015). Evaluación de competencias en entornos virtuales de aprendizaje y docencia universitaria. Revista de Educación a Distancia, (1DU).
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- Resumen de la licencia: http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/
- Texto completo de la licencia: http://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0/legalcode
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